Contabilidad, Proceso Contable

Compras que construyen la verdad financiera

La historia de una empresa también se escribe con lo que entra por sus puertas, bienes, servicios, materia prima, mantenimiento, logística. Lo que se compra no solo mueve el día a día, define el futuro, porque una empresa no crece solamente por lo que vende, sino por cómo gestiona lo que adquiere.

El Registro de Compras es la bitácora que recoge esa historia, cada adquisición bien registrada no solo respalda un gasto, sino que valida un crédito fiscal, construye un resultado operativo real y sustenta la estructura financiera de la empresa.

Este libro contable no solo es una obligación tributaria; es una declaración de integridad. Su correcta elaboración —siguiendo los formatos vigentes exigidos por SUNAT— garantiza que el Estado de Resultados refleje fielmente el costo de operar, y que el Estado de Situación Financiera muestre pasivos reales, no ficciones elaboradas a conveniencia.

Pero no todas las compras son iguales.

  • Las compras gravadas están afectas al IGV. Permiten generar crédito fiscal, siempre que se cumplan los requisitos de forma y fondo: factura válida, vínculo con la actividad económica, bancarización, entre otros.
  • Las compras no gravadas involucran bienes o servicios que, por su naturaleza, no están afectos al IGV. Por ejemplo, productos primarios, o medicinas en ciertas condiciones, operaciones internacionales, operaciones entre entes estatales entre otros.
  • Las compras exoneradas provienen de proveedores ubicados en zonas o regímenes especiales. Aquí cobra relevancia un caso concreto y a menudo ignorado: las compras en la Amazonía peruana.

En virtud de la Ley N.° 27037 —Ley de Promoción de la Inversión en la Amazonía—, muchas operaciones realizadas por empresas domiciliadas en departamentos amazónicos (como Loreto, Ucayali, Madre de Dios, entre otros) están exoneradas del IGV, siempre que los bienes y servicios sean utilizados dentro de esa jurisdicción. Esto aplica principalmente a productos primarios, como madera, productos agrícolas no industrializados, pescados, frutos silvestres o subproductos naturales sin transformación.

Así, si una empresa limeña adquiere madera en tronco o frutas amazónicas frescas desde una empresa exonerada en Pucallpa, deberá registrar esa compra como exonerada, sin crédito fiscal. No hacerlo correctamente podría llevar a asumir un crédito inexistente, generando distorsión tributaria y futura contingencia.

Además, muchas compras en sectores como transporte, servicios de mantenimiento, alquiler de maquinaria, entre otros, están sujetas a detracción. El comprador debe depositar un porcentaje del valor de la operación en una cuenta de detracciones del proveedor (Banco de la Nación). Esta operación debe quedar claramente identificada y registrada en el Registro de Compras, tanto en el monto total como en el importe efectivamente pagado, si no se cumple este paso, la SUNAT puede desconocer el crédito fiscal o incluso el gasto.

Por eso, el registro oportuno, ordenado y veraz de cada operación de compra no solo protege frente a una fiscalización, permite saber cuánto se gasta realmente, en qué, a quién se le paga y cómo impacta todo ello en la salud financiera de la empresa.

No es lo mismo registrar una compra gravada con IGV y detracción, que una compra exonerada en la Amazonía, y no es lo mismo una factura válida que una “conveniente”. Los números no son solo sumas, son huellas, y cuando se falsean, lo que se compromete no es un asiento contable, sino la legitimidad entera de los estados financieros.

Así como un árbol amazónico necesita raíces firmes para crecer, toda empresa que quiera proyectarse necesita un registro de compras transparente, sólido y ordenado. Porque una compra mal registrada no solo debilita los libros contables, también debilita la confianza.